El combativo y apasionado discurso de Oprah Winfrey contra los abusos sexuales y el racismo
La herida abierta en Hollywood a consecuencia de los casos de racismo y abusos sexuales está lejos de cicatrizar, sobre todo la de estos últimos, ya que los últimos episodios, con Harvey Weinstein como indeseado protagonista, están muy frescos en la memoria. Este sentimiento se percibió antes, durante y tras los Globos de Oro 2018. Ver a todas las actrices vestidas de negro en señal de protesta por ello hacía ver la importancia de un problema social que azota el planeta entero y del que Oprah Winfrey se ha erigido como portavoz mundial.
Desde el atril de presentadores y premiados, la popular presentadora ha empuñado el micrófono y ha hablado alto, claro y sin tapujos de los abusos sexuales en el cine. No sin antes haber recogido el premio Cecil B. de Mille por ser «un ejemplo a seguir para mujeres y jóvenes», así como «una de las mujeres más influyentes de nuestro tiempo», según la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA). No hay que olvidar que es la primera mujer de raza negra en conseguir este galardón.
Oprah Winfrey dejó a todos helados y con un cóctel de emociones. Rabia e impotencia mezclado con orgullo y satisfacción por su reflexión y elocuente manera de tratar el tema: «Hablar y decir la verdad es la herramienta mas poderosa que tenemos todos. Me siento inspirada y orgullosa por las mujeres que se han sentido empoderadas para hablar de sus experiencias», dijo. Un problema que «afecta a razas, religiones, partidos». Al mismo tiempo ha querido dar «gracias a todas las mujeres que han aguantado y soportado años de acoso. Como mi madre, tenían hijos que alimentar y facturas que pagar y sueños que hacer realidad. Son las mujeres cuyos nombres nunca escucharemos: limpiadoras, agricultoras, científicas, empresarias, deportistas, soldados».
Oprah Winfrey, pronunciando su discurso / Gtres
«Time’s up» (se acabó el tiempo). Así de aguerrida y decidida se ha mostrado Winfrey para pedir no tener que lamentar ningún caso de violencia sexual más. De entre todos ellos se quiso acordar de uno en concreto, el de Recy Taylor, una mujer negra que en 1944 fue secuestrada, violada y abandonada por seis hombres blancos que nunca fueron condenados y que murió hace solo diez días. Un lema que, además, es el nombre de un fondo orquestado por más de 300 mujeres con influencia de Hollywood que centra sus esfuerzos en ayudar a mujeres menos privilegiadas que ellas a defenderse ante posibles abusos sexuales en su trabajo.
La lluvia de aplausos y emociones disparadas estaba por venir, cuando Oprah Winfrey dio por finalizado su combativo discurso: «Mantener viva la esperanza de un mañana mejor incluso en las noches más oscuras. Tenemos por delante un nuevo día y cuando finalmente amanezca ese nuevo día habrá que dar gracias a muchas mujeres, muchas de las cuales están en esta sala, y muchos magníficos hombres que van a luchar unidos para garantizar que se llegue el momento en el que nadie tenga que decir, nunca más, ‘yo también’».